Luego de la revolución de Autopoiética, su octavo disco, Mon Laferte presenta “Obra de Dios”, un tema en el que los sonidos de su último álbum siguen presentes: la creación a través de bases rítmicas, trip-hop y electrónica, volviendo a la esencia más alternativa de los primeros años de su carrera.
“Ya entiendo de qué va el mundo”, explica Mon, y esa es la reflexión esencial que instala “Obra de Dios”. “Ya caminé un cielo rosado, ya sé perder y ahora decido reinar en la oscuridad, dice la canción y no es algo depresivo, sino entender que la vida es violenta, la naturaleza es violenta y salvaje. El mar, la noche. Te caes, metafóricamente hablando, te paras y sales adelante. Y voy a reinar en esa oscuridad, en esta vida salvaje, que me gusta como es”, dice la artista.
“Obra de Dios”, producida por la propia artista y Manu Jalil, marca además una nueva etapa para Mon. “Este es mi primer lanzamiento independiente después de estar varios años con una compañía grande. Quiero expresarme, soy independiente, hice esta canción y quiero mostrarla al mundo”, explica.
El videoclip de la canción fue dirigido por la realizadora chilena Camila Grandi y grabado en Berlín, en espacios tan cinematográficos y retro futuristas como el Internationales Congress Centrum (ICC) y el paso subterráneo Messedamm. “Fue muy loco y soñado grabar en Berlín. Siento que el clima de ese día y la arquitectura nos acompañó mucho. Además, Mon quería grabar con Young Boy Dancing Group, que son increíbles”, dice la directora.
Quien protagoniza este videoclip junto con Mon es la compañía artística con su base de operaciones en Zurich y cuyo trabajo fascinó a la cantante. “Me siento conectada con ellos en su idea de cómo crear. No son una compañía solo de danza o de performance. No se les puede meter en un cajón porque piensan que el arte debería ser muy libre. Les interesa la moda, la instalación sonora, la música, los cuerpos, el discurso y creo que eso es algo que resuena mucho con cómo yo veo mi propio camino”, agrega.